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viernes, 31 de agosto de 2012

Tu fantasma

 

Me decido a tararearte
todo lo que se te extraña,
desde el siglo en que partiste
hasta el largo día de hoy.

Me acompaño de guitarra,
porque yo no se de cartas,
y además ya tú conoces
que ella va donde yo voy.

Lo único que me consuela
es que uso dos almohadas,
y que ya no me torturo
cuando te hago trasnochar.

Otro alivio es que en su árbol
los pajaritos del alba,
siguen ensayando el coro
con que te bienvenirán.

El teléfono persiste
en coleccionar absurdos,
embromarme sigue siendo
un deporte universal.

Y la puerta está comida
donde la ha golpeado el mundo
cuando menos una buena parte
de la humanidad.

El cine de enamorados
tuvo un par de buenas pistas,
nuestro cabaret privado
sigue activo por su bar.

Se nos sigue desangrando
la llave de la cocina,
y yo sigo sin canciones
habiendo necesidad.

Pueden ser casualidades
u otras rarezas que pasan,
pero donde quiera que ando
todo me conduce a tí.

Especialmente la casa
me resulta insoportable,
cuando desde sus rincones
te abalanzas sobre mí.

No exagero si te cuento
que le hablo a tu fantasma,
que le solicito agua
y hasta el buche de café.

En días graves le he pedido
masajes para mi espalda,
los peores ni te cuento
porque no vas a creer.

Hay días que en tu sacrificio
acaricio tu fantasma,
pero donde iba el delirio
no oigo tu respiración.

Siempre termino en lo mismo:
asesino tu fantasma,
y la diana me sorprende
recostado en el balcón.

Ya no sé si lo que digo
realmente nos hace falta,
hoy no es día inteligente
y no sé ir más allá.

Pero cuando puedas, vuelve,
porque acecha tu fantasma,
jugando a las escondidas
y yo estoy muy viejo ya. 


miércoles, 29 de agosto de 2012

Cómo decir de pronto...




Cómo decir de pronto:
tómame entre las manos,
No me dejes caer. Te necesito:
acepta este milagro,
tenemos que aprender a no asombrarnos
de habernos encontrado,
de que la vida pueda estar de pronto
en el silencio o la mirada.
Tenemos que aprender a ser felices,
a no extrañarnos
de tener algo nuestro.
Tenemos que aprender a no temernos
y a no asustarnos
y a estar seguros.
y a no causarnos daño.





Julia Prilutzky  1912 -2002

Poetisa argentina nacida en Ucrania. Se radicó en Argentina a muy temprana edad, adoptándola como su propia patria, como ha sabido demostrarlo a lo largo de su extensa obra poética. Es una de las más caracterizadas representantes de la generación poética argentina del 40. Fundó la revista cultural Vértice y en 1941 recibió el Premio Municipal de Poesía por su libro Intervalo. En su obra predomina -casi en exclusividad-, el tema del amor, plasmado por los más profundos sentimientos y en imágenes de sutil belleza y originalidad, desde su poemario inicial hasta el último de sus libros. Su bibliografía en verso data de los siguientes títulos: Viajes sin partida (1939), Intervalo (1940), Sonetos (1942), Comarcas (1949), Patria (1949), Canción para las madres de mi tierra (1950), El escudo (1954), Este sabor de lágrimas (1954), Obra poética (1959), Hombre oscuro (1963), Quinquela Martín (1974) y Antología del amor (1975), que llegó a vender, sólo en Argentina, más de 100.000 ejemplares. Su libro El escudo recoge poemas sobre Juan Domingo Perón y Eva Perón e incluye el poema Oración, que fue leído el 26 de julio de 1954 en un acto público masivo que se realizó en la avenida 9 de Julio, en Buenos Aires.  © Carlos Reyna

martes, 28 de agosto de 2012

Sé de un loco

Sobrevivir o sobremorir
sólo a través de la locura...



Sé de un loco que aún espera
que de noche salga el sol
y de día, la luna.
que el azar no juegue a Dios
ni a la diosa fortuna
que la piedra sea flor
y no un mármol la cuna
y no es así
que así no es
que ya el revés, es el derecho
y el derecho, el revés.

Sé de un loco que aún espera
que el poder no haga la ley
tras cobrarse las piezas,
que la ciencia tenga fe
y los sueños, cabeza
que lo amargo trague miel
y lo feo, belleza
y no es así
que así no es
que ya el revés, es el derecho
y el derecho, el revés.

Sé de un loco que aún espera
que el desierto se haga mar
y la hoguera, cascada
que en el bien no venza al mal
ni en el beso, la espada
que el amor no baile un vals
en mitad de la nada
y no es así
que así no es
que ya el revés, es el derecho
y el derecho, el revés.


Para esos días en que sólo nos salva la incordura...

viernes, 24 de agosto de 2012

Llueve en el corazón (Joan Manuel Serrat)

 

A veces llueve en el corazón
y no sabes muy bien por qué.
A veces llueve y sale el sol,
llueve y no quiere llover
pero llueve.

Llueve en tu corazón y en ningún otro sitio,
sin prisa ni reposo.
A veces llueve y no hace barro.
Llueve sin rayos
y sin truenos.

Y el alma huye como un perro empapado
que no halla cobijo en ninguna parte.

A veces llueve
sin armar alboroto.
Llueve
y llueve
y llueve en el corazón.

Y hay leña en el hogar y plato en la mesa
y entre las sábanas duerme un sueño grato.

Pero nada de eso es suficiente.
Cuando quiere llover, llueve
y llueve
y llueve
y llueve en el corazón.






jueves, 23 de agosto de 2012

INCORDURA


Esa intravenosa subcutánea
infradérmica incombustible
alevosa ventajosa, artera
espina espiritual, dorsal vital,
radical, energía total
que trepana y rebrota
en cada momento...

¡Qué nunca abandone
los sueños y Utopías 

su asesino pálpito!
¡Qué su vértigo mate, sí!

Habrá valido, la dicha, vivir
cada eterno instante
amando, amando y amando
en la fatal caída de la
incordura y el fracaso.

¡Gracias a la vida...

y a la INTENSIDAD!  


¡Gracias a la Vida!

"...que me ha dado tanto..."






 
Hegoak ebaki banizkio
nerea izango zen,
ez zuen aldegingo.
Bainan, honela
ez zen gehiago txoria izango
eta nik...
txoria nuen maite.

"Si le hubiese cortado las alas, hubiese sido mío, no hubiese huido, pero de esa forma no hubiese sido más un pájaro, y yo lo amaba como pájaro."
Mikel Laboa, San Sebastián, 15 de junio de 1934 - 1 de diciembre de 2008



martes, 21 de agosto de 2012

ADENTRO - Leticia Barbieri (*)

Acá estoy...
Siempre yo.
Siempre la misma.

El invierno me arrastra
a lo oscuro otra vez
y despierto en el hueco.

Condenada por siempre
a sangrar tristes poemas
de muerte y desamor.

Sombra de una pasión
que me desolló el alma.




(*) Cosecha 1956. Primavera tibia y a la madrugada nació, primogénita de dos tanos que se encontraron y se unieron para calmar el vacío del desarraigo, María Leticia Barbieri. Cipolletti… ya verde y con acequias fue la niñez temprana, donde los renacuajos eran el placer de las peceras improvisadas en frascos de aceitunas… La chacra de los tíos… la selva sobre el sauce y la polenta desparramada en la tabla de amasar, resabios de la madre Italia…
Y después el oeste… Tierra seca y desierto. Zapala…
Nadie sabe lo que es el viento patagónico si nunca intentó remontar un barrilete a los diez años, en el descampado que separaba Plaza Huincul de Cutral Có… Casi volar…
Y sentir los granos de arena incrustarse en la piel… puliendo… raspando…
Después, a instancias del trabajo de bancario del viejo… Al norte… Chos Malal, un vergel cálido y amable. Un río y un arroyo a una cuadra de la casa… Aquel primer poema a las abejas, la miel y la fecundación, pegado al lado del pizarrón por su querida maestra… Y las redacciones leídas en los actos, con el pánico escénico que aún hoy no puede superar… Luego al sur, San Martín de los Andes. Adolescencia gloriosa en un paisaje de ensueño… Cabalgatas en la montaña… Nieve y bajadas esquiando al compás de los valses de Strauss… Verano en los lugares más recónditos del Lacar, cosecha de primicias obligada por tanta vida… tanto color… Amores fulminantes y dolorosos, siempre.
Finalmente a los 15 años, en Neuquén, la familia se afianza y encuentra su lugar.
Y ella sigue su permanente búsqueda de sentido … encontrando consuelo en reflejarse en sus palabras insospechadas, encerradas, escondidas… que a veces brotan y suben a la luz intentando ser poesía.-



lunes, 20 de agosto de 2012

LA LENTA MÁQUINA DEL DESAMOR - Julio Cortázar

La lenta máquina del desamor,
los engranajes del reflujo,
los cuerpos que abandonan las almohadas,
las sábanas, los besos,
y de pie ante el espejo interrogándose
cada uno a sí mismo,
ya no mirándose entre ellos,
ya no desnudos para el otro,
ya no te amo,
mi amor.


De Presencia (1938)


sábado, 18 de agosto de 2012

TE ESPERO



Te espero en mi periferia
en los restos de mis sueños
en las últimas páginas
de mis escritos
en la esquina donde el viento
se sacude el invierno.

Te espero en el último tomo
al lado de la puerta al infierno
ahí donde la génesis renuncia
al encierro, al desconcierto
donde la luna declina
y el sol se declara incierto.

Te espero en el tiempo
sin minuteros, te espero.

Siempre, hoy, 
mañana te espero, 
Maldito Afilador de mis recuerdos.

martes, 14 de agosto de 2012

¡Buenos días, Sonrisa!




Con la nostalgia a cuestas, esa que al despertar espera implacable a que retome la vida ¿o la muerte?,  madrugué a caminar vías y rostros, los últimos lejanos, ausentes, y me pregunté si no eran el espejo del mío. En fin, que me instalé un rostro de saludo mañanero, talla 60, de sonrisa espanta-soledades.

Por esa deformación del investigador, acostumbrada a contar y ordenar por colores, encontré que de la muestra (50 transeúntes), más del 75% [(25-65) (70% mujeres)] caminan las calles como fantasmas, con la mirada perdida, ajenas al entorno, y deben forzar una "sonrisa sorpresa" cuando escuchan el "buenos días" tan intempestivo como inesperado. Aún así, tuve la profunda sensación de que mi sonrisa y buen deseo aportó algo amable a la jornada de ese prójimo, tan distante, y al que quizás jamás vuelva a ver.

Fue interesante, además del sencillo ejercicio estadístico, notar el cambio en mi estado de ánimo, cierta euforia y alegría inusuales para esa hora de la mañana (07:30).

Concluyo, pues, que las sonrisas son rocío para el alma, que un ¡Buenos días! es cálida sorpresa en un mundo atiborrado de soledades y tristezas, que ser oasis y chistera es tarea fácil y aún así fecunda, y, entre otras cosas, que el compartir alegría por vivir se revierte en progresión geométrica.

Quizás ya es hora de retomar, también, la guitarra, dejar el ipod y comenzar a sonreir y cantar por el camino...


domingo, 12 de agosto de 2012

ESCRIBIR LA MAGIA



Es magia, magia todo. 
Magia despertar, dormir y morir
magia de ensueño y sueño. 
Magia es nacer, crecer, vivir
envejecer como árbol al viento...
y magia es no creer 
más en la magia
del vivir, del morir
del sentir, del amar
del olvidar

del llorar y despertar
en la magia de escribir
la magia.


 


 


 

sábado, 11 de agosto de 2012

Carnaval en Verano




Rebusca en el baúl de los disfraces
máscaras, guantes, barbas, labios
está listo el escenario, la función
ha comenzado y el telón tartamudo
se levanta. Ahí está la existencia,
esperando el aplauso sin beso,
de quebranto plena, de ausencias
preñada, sobre enlutadas noches
esperando la aurora sin huellas
suspiros ni pasos.

Silencio...

La Vida ha claudicado
cansado el verano se desnuda
el telón, extenuado, se cierra.
Y el escenario acuña su tristeza
cubre los resquicios de sombra
agoniza, muere solo. 

Se acaba todo ¡se acaba!
Otelo ha muerto, Desdemona
se marcha. 

Fin. 


martes, 7 de agosto de 2012

LOS MARIACHIS CALLARON...y la luciérnaga se apagó...




A pesar del susurro, alcancé a oir cómo, el invitado narigudo, le pedía al anfitrión que cambiara el disco: 
- esa, la Chavela Vargas, que ni es mexicana,  es una libertina de lo peor - y con unos ojos de dictador le conminó a callarla.. 

Y sí, los mariachis callaron, pero no ese día sino muchas décadas después de aquel suceso en que la oí por primera vez. Me caló hondo en medio de un desamor juvenil, en uno de los de insignia, de los que como tatuaje se imprimen para siempre. Chavela, la Vargas, la libertina, la del desgarro intravenoso vino a salvarme o, quizás, a enterrarme en las profundidades de ese dolor que no cesa, no duerme y "requeteduele" como el terror al adiós.

Chavela, la Vargas, la Chamana, la del falsete adolorido, la de sonrisa destilando lágrimas, la amante nocturna de todos los amantes, la ebria de dolor por amores imposibles, inconclusos y desatendidos, la entregada, la sin pelos en la lengua, la pero sí muchos besos apasionados para todos, esa, la Chavela, decidió, ya cansada, cerrar el diario y partir al descanso merecido. 

Nos ha dejado sin irse, quiera que no en la puta orfandad, la ahora "trascendida" sin tiempo ni historias. 

Chavela la intensa, la señora hermosa, la única, la del paso fuerte que se enterraba...

Desde este rincón, Señora Luciérnaga, sólo un ¡Hasta pronto!





jueves, 2 de agosto de 2012

La niña anciana



Mientras veía como se iba alejando el tren, sus manos de niña se extendían pidiendo que la llevaran. Así permaneció dos días. No recuerda cómo es que sus dedos se convirtieron en filosos cuchillos que le impidieron, desde entonces, cualquier cercanía.

Lloró los ríos y mares de su geografía interior hasta secarse.

Las décadas y el insomnio le devoraron la belleza, hoy es un guiñapo indigente del amor y esperanza.

La veo con frecuencia caminando sin rumbo; carga una bolsa vieja llena de pesadillas y fracasos, sus  perros la siguen fielmente y sonrié tiernamente cuando, en la lejanía, escucha el silbido del Afilador. Creo que simplemente lo imagina y espera que venga a buscarla, mientras  observa atenta a cada esquina con la curiosidad de un niño frente a la chistera.


Si nos encontramos de frente, noto que evita, muy a propósito, tropezarse con mis ojos como si en ellos se viera.


-Es una niña anciana

susurra en voz baja el espejo.






miércoles, 1 de agosto de 2012

¿Violencia?


El libro de Manuel (fragmento) - Julio Cortázar




Bueno, liberación del cónsul brasileño secuestrado por los Tupamaros, súplicas radiales y televisadas de su mujer, y coro desconsolado de ranas humanistas indignadas de que organizaciones políticas recurran al rapto para obtener la libertad de detenidos políticos, dijo Susana con la voz de fierro de la maestrita que llega a lo más peludo del teorema, es la carta que recibió la mujer del cónsul brasileño antes de que los Tupas le devolvieran al marido, y que dice: Señora Aparecida Gomide, todo el mundo conoce su sufrimiento y su angustia. La prensa oral y escrita recuerda diariamente su drama: su marido, funcionario diplomático en el exterior, ha sido secuestrado y envuelto así en acontecimientos de índole política. Señora, no es usted la única que llora. Pero nadie habla de mi sufrimiento y de mi angustia. Yo lloro sola. No tengo sus posibilidades de hacerme oír, de decir a mi vez que «tengo el corazón destrozado» y que quiero volver a ver a mi marido». Su marido está vivo y bien tratado. Volverá a su lado. El mío murió en la tortura, asesinado por el Primer Ejército. Fue ejecutado sin proceso y sin sentencia. He reclamado su cadáver. Nadie me ha oído, ni siquiera la Comisión de Derechos de la Persona Humana. No sé lo que han hecho con él ni dónde lo han arrojado. Se llamaba Mario Alves de Souza Vieira, periodista. Fue detenido por la policía del Primer Ejército el 16 de enero de este año, en Río de Janeiro. Lo llevaron al cuartel de la policía militar donde lo golpearon salvajemente toda la noche, lo empalaron con un bastón tallado en forma de sierra, le arrancaron la piel de todo el cuerpo con un cepillo de metal, porque se rehusaba a dar las informaciones exigidas por los torturadores del Primer Ejército y del DOPS. Los prisioneros llevados a la sala de torturas para que limpiaran el suelo cubierto de sangre y de excrementos, vieron a mi marido agonizando, la sangre que le brotaba por boca y nariz, desnudo en el suelo, ahogándose, pidiendo de beber. Entre risas, los militares torturadores no permitieron que se le prestara el más mínimo socorro.


- Ya entendemos  -dijo Roland-, ça va comme ça.


- Ah no, ahora voy a terminar -dijo Susana mirándolo enfurecida-. Ya sé, señora, que no está usted en condiciones de comprender mi sufrimiento, pues el dolor de cada uno es siempre mayor que el de los demás. Pero comprenda, espero, que las condiciones que llevaron al secuestro de su marido y a la tortura mortal del mío son siempre las mismas: que es importante darse cuenta de que la violencia-hambre, la violencia-miseria, la violencia-opresión, la violencia-subdesarrollo, la violencia-tortura, conducen a la violencia-secuestro, a la violencia-terrorismo, a la violencia-guerrilla; y que es muy importante comprender quién pone en práctica la violencia: si son los que provocan la miseria o los que luchan contra ella.