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domingo, 30 de diciembre de 2012

Hoja sin calendario.


En el temblor de la hoja seca
decidida a caer
estaba la poesía
agonizando,
enamorada del otoño
aferrada al murmullo 
de los panales jóvenes
atracada en la piedra
del río
ignorante
de tanta estupidez humana.



viernes, 28 de diciembre de 2012

"La vida es eterna en cinco minutos..." Victor Jara

Procesan a siete exmilitares en Chile por el asesinato de Víctor Jara

El cantautor murió el 16 de septiembre de 1973 tras el golpe de Estado de Pinochet después de haber sido sometido a varios días de tortura

 Fuente: Publico.es,  tomado de  EFE Santiago de Chile 28/12/2012 17:16 Actualizado: 28/12/2012 17:26



La resolución, dictada por el juez especial Miguel Vásquez, de la Corte de Apelaciones de Santiagomás de 39 años después del crimen, incluye a siete militares que en esa fecha estaban a cargo de centenares de prisioneros confinados en el "Estadio Chile", de la capital del país. Respecto de uno de los procesados, Pedro Barrientos Núñez, el juez dictó un orden de captura internacional, por encontrarse fuera del país y dispuso el arresto de los otros seis en un batallón de la policía militar, indicaron las fuentes.
Barrientos fue procesado como autor de homicidio calificado del autor de "Te recuerdo Amanda" y "El Cigarrito", junto con el exoficial Hugo Sánchez Marmonti. En calidad de cómplices fueron procesados Roberto Souper Onfray, Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Hasse Mazzei y Luis Bethke Wulf. Hace unos años, Edwin Dimter fue identificado como El Príncipe, apodo de uno de los oficiales que estaban en el estadio, a quien se señalaba como el autor material del crimen.





El abogado Boris Navia fue una de las personas que estuvo en el Estadio Chile y fue testigo presencial del horrible crimen de Víctor Jara. Su impresionante relato ha dado la vuelta al mundo. 

Este es el relato de su experiencia.
Cansados y con sus manos entrelazadas en la nuca, los 600 académicos, estudiantes y funcionarios de la Universidad Técnica del Estado (UTE) tomados prisioneros por los militares golpistas iban entrando al Estadio Chile, un pequeño recinto deportivo techado cercano al palacio de La Moneda. Un oficial con lentes oscuras, rostro pintado, metralleta terciada, granadas colgando en su pecho, pistola y cuchillo corvo en el cinturón, observaba desde arriba de un cajón a los prisioneros, que habían permanecido en la universidad para defender el Gobierno del presidente socialista Salvador Allende. Era el 12 de septiembre de 1973, día siguiente del golpe militar, en el alba de la dictadura de 17 años encabezada por el general Augusto Pinochet.

-¡A ese hijo de puta me lo traen para acá! -gritó a un conscripto, recuerda el abogado Boris Navia, uno de los que caminaba en la fila de prisioneros.

"¡A ese huevón!, ¡a ése!", le gritó al soldado, que empujó con violencia al prisionero. "¡No me lo traten como señorita, carajo!", espetó insatisfecho el oficial. Al oír la orden, el conscripto dio un culatazo al prisionero, que cayó a los pies del oficial.

-¡Así que vos sos Víctor Jara, el cantante marxista, comunista concha de tu madre, cantor de pura mierda! -gritó el oficial. Navia rememora. Es uno de los testigos del juez Juan Fuentes, que investiga el asesinato del cantautor, uno de los crímenes emblemáticos de la dictadura, porque Jara fue con su guitarra y con sus versos el trovador de la revolución socialista del Gobierno de Allende en Chile. Por su impacto y la impunidad en que están los culpables, el crimen de Jara es en Chile el equivalente al asesinato de Federico García Lorca en España. 
"Lo golpeaba, lo golpeaba. Una y otra vez. En el cuerpo, en la cabeza, descargando con furia las patadas. Casi le estalla un ojo. Nunca olvidaré el ruido de esa bota en las costillas. Víctor sonreía. Él siempre sonreía, tenía un rostro sonriente, y eso descomponía más al facho. De repente, el oficial desenfundó la pistola. Pensé que lo iba a matar. Siguió golpeándolo con el cañón del arma. Le rompió la cabeza y el rostro de Víctor quedó cubierto por la sangre que bajaba desde su frente", cuenta a este periódico el abogado Navia.

Los prisioneros se habían quedado pasmados mirando la escena. Cuando el oficial, conocido como El Príncipe se cansó de golpear, ordenó a los soldados que pusieran a Jara en un pasillo y que lo mataran si se movía. El autor de canciones como El cigarrito y Te recuerdo Amanda, que Serrat, Sabina, Silvio Rodríguez y Víctor Manuel han incorporado en sus repertorios, entró así al campo de prisioneros improvisado por los militares donde vivió sus últimas horas.

En asambleas por facultad, la comunidad de la UTE resolvió permanecer en la sede universitaria, como pidió Allende. Entre ellos, Víctor Jara, que trabajaba en extensión en la universidad e iba a cantar en el acto de Allende. Habla dos veces por teléfono con Joan y cree que volverá a casa al día siguiente. Esa noche anima a los estudiantes en su último recital, mientras en todo Santiago suenan las balas de los militares.

Al día siguiente, los militares instalan un cañón frente a la universidad y disparan a la rectoría mientras un centenar de soldados vacía sus cargadores. No hay resistencia: estaban desarmados. Rompen puertas y cerrojos y toman prisioneros a los 600 que permanecían ahí.

El infierno está a un par de kilómetros, en el Estadio Chile, rebautizado en democracia como Estadio Víctor Jara. Ahí el cantautor queda tendido en el suelo. A un estudiante peruano que confunden con cubano le cortan una oreja con un cuchillo. A un profesor de ciencias sociales que llevaba pruebas recién corregidas de sus alumnos le piden las dos mejores notas, las entrega y lo obligan a que se coma las hojas. Los amenazan con barrerlos con "las sierras de Hitler", ametralladoras de gran calibre cuyas balas cortan los cuerpos. Un obrero grita: "¡Viva Allende!", y se arroja desde las graderías, muriendo desangrado. En el recinto caben apretadas 2.000 personas, pero hacinan a más de 5.000 prisioneros.
  

Continuará....

lunes, 24 de diciembre de 2012

Corazones siameses.

Nació una niña, completa, con dedos largos, labios notorios, ojos rasgados. El partero no podía explicar cómo, durante el embarazo, afirmaba - sin dudar - que eran dos, estaba seguro de que el pálpito cardíaco respondía a dos diferentes seres. La observaba, la ascultaba y sostenía que en ese cuerpecito palpitaban dos corazones. Lo creyeron loco como a ella cuando pasó el tiempo y se hizo mujer que leía y comía poco, besaba los amaneceres y dormía con los ocasos. En un sueño, ella pasó por allí cuando él se regodeaba, aún, en el vientre de su madre. Le dejó su corazón... hasta siempre y no importa qué, él es ella, ella es él... y se reconocen hasta el nunca, el siempre el hoy, mañana... y se palpitan sin saber de cuál es el corazón porque es un amor siamés, eterno que nunca terminó de nacer... y sigue viviendo hasta la bimuerte.

domingo, 23 de diciembre de 2012

¡No! de H. de PS

"No apareciste ¡no!
tampoco te encontré 
errante en el camino
reventaste en mi vida 
como arma mortal
que invade cada poro, 
cada instante.

Se cree que el corazón cura, 
que el recuerdo se espesa,
pero ¡no!...
en cada pulsación
más te entierras
entre las esquirlas alojadas
de cada pliegue, en el alma."

H. de PS



sábado, 22 de diciembre de 2012

DIARIO EN LA SOMBRA - Fernando Pessoa




¿Te acuerdas aún de mí?
Tú me conociste hace mucho tiempo...
Yo era aquel niño triste a quien no querías,
y por quien después, poco a poco,
te fuiste interesando
(por la angustia, y la tristeza, y alguna cosa más,)
y a quien acabaste queriendo,
casi sin saberlo;
¿te acuerdas?
El Niño triste que jugaba en la playa
solitario, lejos de los demás, tranquilamente,
y de vez en cuando les echaba una mirada triste pero sin pena...

Veo que me miras disimuladamente de vez en cuando...
¿Te acuerdas? ¿Quieres ver si te acuerdas? Ya lo sé...
¿Sin saberlo sientes aún en mi rostro tranquilo y triste
al niño triste que jugaba siempre lejos de los demás
y de vez en cuando les miraba tristemente, pero sin pena?
Sé que miras, y que no comprendes cuál la tristeza
que me muestra triste...


viernes, 21 de diciembre de 2012

Como la cigarra


"...en el destierro del corazón
a mi entierro asisto..."

 

COMO LA CIGARRA
María Elena Walsh *
 

Tantas veces me mataron,
tantas veces me morí,
sin embargo estoy aqui
resucitando.
Gracias doy a la desgracia
y a la mano con puñal
porque me mató tan mal,
y seguí cantando.

Cantando al sol como la cigarra
después de un año bajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra.

Tantas veces me borraron,
tantas desaparecí,
a mi propio entierro fui
sola y llorando.
Hice un nudo en el pañuelo
pero me olvidé después
que no era la única vez,
y volví cantando.

Cantando al sol como la cigarra...

Tantas veces te mataron,
tantas resucitarás,
tantas noches pasarás
desesperando.
A la hora del naufragio
y la de la oscuridad
alguien te rescatará
para ir cantando.

Cantando al sol como la cigarra...

*  (Ramos Mejía, Buenos Aires, 1 de febrero de 1930Buenos Aires, 10 de enero de 2011) Poeta y compositora argentina que renovó el modo de abordar la literatura infantil en lengua castellana y cambió sus parámetros, despojándola de un propósito didáctico.




Canciones para adultos

  • Cancionero contra el mal de ojo (1976)

sábado, 15 de diciembre de 2012

Tengo un beso en capullo para ti


Tengo un beso en capullo para ti
amado de la noche lunar
cicatriz sin herida
golpe de tambor suicida.


Guardo un beso en capullo,
para ti,
amor de primavera
en luna llena.

viernes, 14 de diciembre de 2012

TúyYo



TúyYo, tronco
Tú, sereno
Yo, temeraria
Tú, azul
yo, incolora
TúyYo, un beso eterno.

Lo que viene se va...

El VIENTO,  EL TIEMPO.
LUIS EDUARDO AUTE




No se trata de hallar un culpable,
las historias no acaban 
porque alguien escriba la palabra fin,
no siempre hay un asesino, 
algunas veces toca morir
lo que viene  se va
como suele pasar
el viento el tiempo

Márchate si ha llegado la hora,
date prisa que como ya sabes es muy impaciente el amor,
no malgastes ni un segundo,
después de darle cuerda al reloj,
que un cumplido de mas,
no te vaya a robar el tiempo, el tiempo.

Y no queda nada
las espinas las rosas se la llevó el viento, el tiempo.



Ahora solo la vida te espera,
con los brazos abiertos y el firme deseo de hacerte feliz,
puedes irte cuando quieras,
no hay muros que te impidan salir,
y no mires atrás,
que te va a despeinar el viento, el viento.

Que difícil decirte hasta luego,
cuando nace el terror de perderte este miedo a no verte jamás,
ya no hay puntos suspensivos,
llego el rotundo punto final,
cuando la soledad, solo espera matar,
el tiempo, el tiempo
y no queda nada las espinas las rosas se las llevo, el viento, el tiempo.


lunes, 10 de diciembre de 2012

Se diseñan besos






SE DISEÑAN BESOS

De todo tipo y encargo,
Sin límite de intensidad
Aquí se diseñan besos
De urgencia  o  necesidad.

Dulces, tímidos, por plazos,
Esquivos, muy pasionales
Anclados en la ternura
Amanecidos y escasos.

Deslices de primavera
Envueltos en fantasías,
Besos arteros o cuartos
De enteros  al mediodía.

No se devuelven pedidos
Todos llevan instructivo
Beso  probado es la prueba
De amores sin garantía.

Giraluna Girasol. Octubre 31, 2010







domingo, 9 de diciembre de 2012

Ahora que ya no soy más joven

Ahora que ya remonto la mitad del camino de mi vida,
yo que siempre me apené de las gentes mayores,
yo, que soy eterna pues he muerto cien veces, de tedio, de agonía,
y que alargo mis brazos al sol en las mañanas y me arrullo
en las noches y me canto canciones para espantar el miedo,
¿qué haré con esta sombra que comienza a vestirme
y a despojarme sin remordimientos?
¿Qué haré con el confuso y turbio río que no encuentra su mar,
con tanto día y tanto aniversario, con tanta juventud a las espaldas,
si aún no he nacido, si aún hoy me cabe
un mundo entero en el costado izquierdo?
¿Qué hacer ahora que ya no soy más joven
si todavía no te he conocido?


Piedad Bonnett


Poeta, novelista, dramaturga y traductora colombiana nacida en Amalfi, Antioquia, en 1951.
Es licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de los Andes, donde ocupa la cátedra de Literatura  desde 1981. Tiene una maestría en Teoría del Arte, la Arquitectura y el Diseño por la Universidad Nacional de Colombia.
Por su primer libro de poesía «De Círculo y Ceniza» publicado en 1989,  recibió mención de honor en el Concurso Hispanoamericano de Poesía Octavio Paz. En 1996 publicó «Ese animal triste» con el que se reafirmó como una de las voces más representativas de la poesía colombiana contemporánea. Fue galardonada con el Premio Nacional de Poesía otorgado por Colcultura en el año de 1994  por «El hilo de los días». En 2011 obtuvo el premio "Casa América de Poesía Americana" por  "Explicaciones no pedidas".
Entre sus publicaciones también se destacan: «Nadie en casa» en 1994, «Todos los amantes son guerreros» en 1998, «Tretas del débil en 2004», «Las herencias» y «Los privilegios del olvido» en 2008
Fuente: http://amediavoz.com/bonnett.htm

"...mientras más miserables sean los tiempos, más necesitamos de la Belleza y la poesía..."


"... conservo una parte infantil, inmadura..."





viernes, 7 de diciembre de 2012

Llegada sin partida




Este sentir limosnero de exilio existencial,
denso destierro de sombras y huellas
incrustado detrás de infinitas noches
sin billete marcado.

Alma descalza, obesa de hambrunas
sin norte imantado en el universo oscuro
extraviada, ciega, nacida triste y vieja,
poesía inconclusa dormida en la playa
encorvada como duna ancestral
con los labios partidos en mil estrellas
aguardando en la estación sin paradas
la llegada sin partida.




martes, 4 de diciembre de 2012

ReCuerdos y desaCuerdos

 

Se espesa el recuerdo
bajo la niebla que cae como telón
de circo cansado.

Las hojas barren el otoño
triste, nevado, silente
y tu mirada, otrora amada,
se apaga silenciosa
en mi mar de soledades,
incorduras domesticadas
bajo el látigo de callares
silencios e inverdades.

Siddharta llora...
no hay cancerbero en el lado opuesto
que cuide con celo la llegada
sólo profundo oscuro fondo...
de desrecuerdos...y desacuerdos.