Se trataba de construir, de hilar..
ser araña diurna y bajo la luna
palpitar.
Ahí estuve siempre.
a tu lado, en nuestra común historia
de utopías madrugadoras
regadas de ti, de mi.
Caracola depredadora,
inconfesada, adúltera, pensadora
ola intransitada
destejida, de espumas redentoras.
En la cobardía de una tarde sin sol
tiraste los aparejos
Argos enmudeció ante tus gritos locos..
te amé, te amo, te amaré...
y durmió en sus sueños, ella,
la Loca,
la de la historia gris.
precioso, buen poema y estupendo enlace
ResponderEliminarUn beso