Ya os buscaréis la forma de despojarnos
de todo lo que la codicia olfatea en el horizonte
de vuestra ilimitada gula
esa asesina que os mata de estrés e infartos
entre barbitúricos y yates
mujeres y niños hambreados
en las enormes salas de ejecuciones de bancos
y homicidas bolsas sin valores.
de la noche y sus luceros
de la ternura en los ojos del amado
de la sonrisa de un niño o de un anciano
de la compasión hacia nuestra extensión en el otro
de la dignidad inherente al aire que respiramos
y que tratáis de contaminar
con vuestra voracidad genocida.
Y tampoco nos arrebataréis la belleza
la capacidad de sentir la música y el amor
colándose en cada resquicio del alma...
Todos pasaremos
sí
pero pervivirá el amor...
por encima de vuestros
hediondos, obesos y putrefactos
cadáveres.
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