Lo presentía
ahí, detrás de la tristeza
esperaba el momento
para asestar el golpe
que mataría el sueño...
Le pidió fecha y hora
la ejecución era inminente
y en la zona
de la desesperanza
olía a silencio.
Temblaba el sueño
con la vista baja...
mientras el adios
le sacaba a bailar
sobre el último trozo
... de un tierno beso.
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