Este noche llueve besos...
No pasa un día
con su noche,
ni uno,
sin que deje
todos mis besos
en el buzón
de ese
tu enjaulado corazón.
No importa que ya no lo abras
ahí están para ti,
como prometí...
¿lo recuerdas?
si no, tampoco importa,
con ellos reafirmo
lo de siempre:
estoy a tu lado
en cada pálpito,
hasta el final,
así te dije y escribí
con la mirada
y en esa carta amarillenta,
quizás por ti olvidada,
hoy y siempre vigente,
sin fecha
de caducidad.
Las tuyas, aquellas notas
sin pentagrama...
todas, todas las guardo
y leo, olfateo y escucho
una y otra vez,
al despertar y al dormir
para soñar tu voz
y mirada de ave triste.
Donde quiera que estés..
¡Te amOro!
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