¿En dónde quedó el rojo de las amapolas con que pintabas los besos? ¿A dónde se fue el eco dulce de tu voz nacida en Marzo? ¿En qué tumba enterraste el momento sin tiempo?
Tengo una palabra agonizante
cansada, ensimismada
de un sueño trunco
en la quimera acurrucada.
Una palabra nómada
que ama la luna
y se mece, apasionada
sobre la espuma del alba.
Palabra tartamuda
con disímbolo aleteo
ajena al futuro
del hoy amante, sin mañana.
Esa flor pequeña rozada por la luz del amanecer que se abre lentamente para ocupar un espacio en el universo y presencio el milagro de su aparición es una violeta que pinta el ambiente con su aroma de ternura.
Y soy la comadrona del milagro... la vida ha parido una flor.
miércoles, 13 de noviembre de 2013
Como la vida las venas se irán angostando abdicará mi sangre dormirá el recuerdo besos y sueños irán al cajón mientras el tiempo se divorciará del espejo y la nada regresará a pedir cuenta de las huellas.
Eres trigo amigo... bóveda guardiana de mis recuerdos sombra de mi sombra palabra centinela punta de lápiz puerta cerrada Eres trigo amigo...
sábado, 9 de noviembre de 2013
Amanece y con la luz el verbo amanece la pregunta en el horizonte de la vida amanece la pregunta sin respuesta amanece la ola paciente que se mece, va y viene amanece la aurora sola huérfana de dios... amanezco con la esperanza de no amanecer un día y saberme nada de nada sin preguntas... sin ceros, sin nada.
Tengo nostalgia de un amanecer en paz, reconciliado con el universo, sin índices de decrecimiento, sin tambores testosterónicos amenazando con guerras al hermano de sangre, sin cifras de hambre y nominaciones a los bolsillos más ricos del planeta, sin cadáveres de mujeres asesinadas por la "mano invisible" escondida detrás de las pantallas en los casinos de valores...
Tengo nostalgia de las violetas indóciles que se ocultan para ver pasar el río, de la incordura y las huellas nómadas de dos o tres segundos de ternura...